viernes, 23 de enero de 2009

Lo cuento...


Es imposible ordenar las palabras cuando los números están en medio, letras y números, la peor mezcla que he consumido estos últimos meses, sin más que la compañia de una tonta que trabaja rápido y que además promete maravillas, dos torres de fotocopias, una más de libros, y el deseo de estar en otra silla, quizás, una que de frente tenga un rostro y una sonrisa...y así evitar dejar la vista fija por horas, en esa pared blanca.


Afuera un sol de la joda, sobre los 25 grados y cuando digo grados de inmediato aparecen los grados de libertad de estadística, todo lo cuento, lo sumo, lo resto, palabras, gestos, situaciones, recuerdos...


Mi capacidad de síntesis creo que la perdí en alguna de las salidas que hice este último mes, hace dos semanas no podía escribir nada, no lograba hilar una frase que tuviera sujeto, verbo y predicado... Ahora no es muy distinto, me faltan siempre los predicados... Eso no quita que yo predique, que en eso me la paso...


Cuando imagino lo que sucede dentro de mi cabeza, veo infinitos agujeros negros... Hay tanto ahí, que al final se transforma en nada, como yo...


Hace 5 días escucho el mismo disco, y se que son 5 porque los he contado, igual que las canciones que son 10, y que duran en promedio 3,17 minutos. Es posible que entonces haya escuchado este disco cerca de 80 veces... en estos 5 días, se que son 5, ya lo dije, porque los cuento...


No tengo voluntad.

Y si la tengo, parece ser que solo hago lo que me detiene y me convierte en una maniqui movil, ni siquiera como Pinocho, que por lo menos ese, era de madera y ganas de vida no le faltaban.


No hay capsula naturista que me facilite la vida, ginseng, guarana, que más da...

No hay nada que me haga abrir los ojos... tengo dos, ya saben, siempre lo cuento todo, es que una no sabe en que momento entre sueño y sueños, pierdes alguna parte del cuerpo. Yo, he perdido varias, digamos unas 3... ya saben, lo sé, porque las cuento.

1 comentarios:

Fata Morgana dijo...

¿Y necesitas lo que pierdes? Es decir, ¿sigues necesitándolo después de haberlo perdido?¿O son partes que no te sirven? Lo peor de todo es la pérdida de voluntad. La falta de predicados, aunque sólo prediques, hace que te vea como una especie de guerrera en el desierto.
Besos.